“La poesía no tiene forma, ni tampoco edad...
Solo es abrir la mirada a diferentes perspectivas.
Encontrar los colores que no todos pueden percibir o sentir,
Pero si que todos poseemos.
Deseo hallarte poesía, deseo, y añoro verte entre tanta oscuridad, pero me pierdo.
Por momentos huelo tu aroma...
Pero se mezcla con tantos otros olores que merecen su atención, que el tiempo pasa perfumado a nostalgia.
Y a su vez hay tanto odio, tantas bocas mentirosas balbuceando crueldades calculadas,
Que es fácil cruzar los brazos, pero me prohíbo hacerlo, rehusarme jamás!
Sé que volverás a encenderme...
Nuestras cenizas arderán para nunca más desencontrarse y serás nuevamente mi musa, mi amor. No quiero que nadie me intente ayudar a matar ese fuego, solo que vos lo hagas vivir para siempre.
Poesía, te estaré esperando”.
Autor: Gastón Hernán Picasso
El Fuego
¡Bienvenido! Nuevamente nos encontramos aquí para compartir en esta oportunidad una Poesía de Gastón Hernán Picasso. Antes de comenzar con la reflexión que nos invita a hacer esta poesía, quisiera agradecer a todas las personas que escribieron aquí y en otros medios sus opiniones sobre Ussiastrea, a todos aquellos que se interesaron por apropiarse del sitio y como siempre a todos los que me acompañan en este camino con su amor y fortaleza porque simplemente no puedo aceptar o rechazar un cambio sin incluir al otro, por eso entiendo que tampoco podría ninguna mente pensar por separado a menos que el cuerpo fuese la mente. ¡Gracias de corazón!
En esta oportunidad, las palabras de Gastón me condujeron a pensar en “ese fuego” que tenemos todos y cómo la creatividad, en este caso la poesía, nos enciende y nos ayuda a expresar eso que quizás de otra manera no podríamos expresar. Aquello que no tiene forma, como bien dice Gastón, pero que nos permite observar y observarnos de otra manera, como encontrando colores como también, bien manifiesta el autor.
Los colores que vemos, cada una de las realidades que existen, es solo la imagen externa de una condición interna, es el testimonio de nuestro estado mental porque tal como el hombre piense, así percibirá. No trates, por lo tanto, de cambiar los colores, sino elige más bien cambiar los pinceles con los que pintas esos colores. ¿Cuán diferente podría ser tu percepción o tu perspectiva cambiando de pincel? ¿Y si eligieses combinar con otros colores? ¿Y si agregaras mas calores a la paleta? Sencillamente el mundo mostraría cuanta dicha te has permitido ver en ti.
En este sentido, esa “obscuridad” que plantea el autor, que no nos deja percibir los colores y esos olores que se mezclan con otros, cuantos ejemplos podríamos dar de todo aquello que tomamos consciencia que opacaba nuestro brillo y nuestra visión de la vida y de nosotros mismos. Como la luna y el sol son una misma cosa porque vienen de noche y de día respectivamente y que por lo tanto no pueden sino formar una unidad. Más ver uno de ellos significa que el otro ya no se puede ver. Tampoco es posible que lo que irradia luz sea lo mismo que lo que depende de la oscuridad para poder ser visto. Cada uno de ellos, no obstante, depende de la ausencia del otro. Pero lo que es importante que tengamos presente es que la luz en uno despierta la luz en los demás y reconocer la obscuridad permite simplemente que desaparezca, entonces no nos “rehusemos” y propongámonos observar aquello que interfiere en nosotros mismos o aquello que se interpone entre vos y el otro y el instante de liberación habrá llegado, poniéndose tu fuente al descubierto.
Por lo tanto, la Fe puede mantenerte encadenado mientras creas que lo estás. Más cuando te liberes de las cadenas será simplemente porque habrás dejado de creer en ellas. Hay otra visión y otra voz en la que reside tu libertad que tan solo está aguardando tu decisión. Y si depositas tu fe en ellas, percibirás otro ser en ti. Porque la percepción es una elección, no un hecho. Entonces, cualquier clase de color que no hayas visto, cualquier clase de aroma que hayas confundido, cualquier crueldad en la que hayas creído o error que no haya sido corregido, te engaña con respecto al poder que reside en ti para llevar a cabo su modificación.
Para finalizar, quiero destacar en esta publicación y gracias a la poesía de Gastón, que aspiremos a permitirnos encender ese fuego que se encuentra intrínseco en nosotros y que nos permite manifestar nuestra creatividad, en este caso o bien podes trasladarlo a tu contexto donde crees que debieras fortalecer tu pasión y obtener otras perspectivas que ayuden a mostrarte realmente como sos, que colabore en lo que fundes y que mejore tu relación con el otro. ¡Gracias Gastón por tu intervención! Y a vos por permitirme estar en un momento de tu día. Como desde el primer momento, te invito a participar en este sitio dejando tu huella para que sigamos compartiendo publicaciones provechosas para todos. ¡Feliz Día! Hasta la próxima.
María Belén
